Con miles de cartas de JCC Pokémon en circulación, tendría toda la lógica pensar que ya lo has visto todo. Pero no es así, porque uno de los aspectos más interesantes de las nuevas expansiones es que demuestran cómo a los artistas de JCC Pokémon no se les agotan ni las ideas ni las nuevas formas de representar a los Pokémon. Ya sea con una deslumbrante escena que capte todas las miradas, con una atractiva cadena de Evolución o, sencillamente, con llamativos elementos arquitectónicos, siempre hay algo que pide una lectura más profunda. Estas son las cartas de la expansión Camino de Campeones de JCC Pokémon que, a nuestro juicio, merecen ese segundo análisis.

Ilustraciones en evolución

La Evolución es uno de los elementos más fascinantes del mundo Pokémon, ya que es capaz de transformar un adorable e inofensivo Pokémon en una brutal y desconocida especie. El arte también es un aspecto transformador, como se observa claramente en la cadena de Evolución de Machop a Machamp en la expansión Camino de Campeones. La responsabilidad de plasmar a este trío de Pokémon recae sobre los hombros de tres artistas diferentes, capaces de lograr un resultado alucinante. La ilustración de Shibuzoh. arranca este terceto artístico con una representación ilustrativa y con gancho del Pokémon Básico de tipo Lucha Machop. Esta carta, difícil de olvidar, derrocha riqueza de texturas y emula el arte del dibujo en tiza, logrando una profundidad de campo y una sensación de movimiento, conseguida al sobredimensionar el puño oscilante de Machop. AKIRA EGAWA no se queda atrás con Machoke, un amenazante Pokémon, con una musculatura digna de competición de culturismo. El fondo de la carta regala un escenario que recoge todo lujo de detalles, desde un coche destruido a un cubo de basura, pasando por mugrientos pilares de hormigón. Y luego está la Fase 2 de Machamp, de Anesaki Dynamic, que combina de alguna manera la belleza del Machop de Shibuzoh con la potencia física del Machoke de EGAWA. El movimiento del icónico puño de Machamp queda plasmado en un halo de color, energía y fuerza. Machamp encarna la belleza de un combate Pokémon, al tiempo que conserva la convincente contundencia física de un Pokémon de tipo Lucha.

Ojos al cielo

¿A quién no le gusta contemplar un cielo espectacular? Tanto si nos referimos a un atardecer radiante o a una descomunal tormenta, el componente estético de un buen cielo es innegable. Los artistas que han trabajado en esta última expansión han captado a la perfección esta idea, como se observa en sus cartas, donde el peso de los cielos es prominente. Entre ellas, está la carta Kakuna, de Miki Tanaka, que recrea una paleta cromática cargada de tonos vivos. Para Tanaka, las puestas de sol no son ni modestas ni en tonos pastel. Más bien, consigue que un naranja con tintes mandarina se tiña de amarillo bajo una rica capa de azul cobalto. Luego está la carta de Carvanha, de Shigenori Negishi, que refleja la naturaleza salvaje del Pokémon Feroz, con afilados y brillantes relámpagos cayendo desde el proceloso cielo. La atmósfera creada por Negishi es tan intensa que casi se puede escuchar el eco de los truenos a lo lejos. Quizá lo más sobresaliente de este cielo sea que no llega a eclipsar al Pokémon protagonista, sino que su intensidad complementa la personalidad y el aspecto de este Pokémon Básico. Por su parte, la Fase 1 de Linoone de Galar, de Akira Komayama, nos devuelve al apartado de los atardeceres pintorescos. El Pokémon de tipo Oscuro adopta una poderosa y agresiva postura frente a un cielo dominado por tonos rosados y violáceos tan intensos que el color se refleja en las briznas de hierba que arropan al Pokémon. Aunque la escena podría ser más adecuada para sesión de fotos nupciales que para un combate Pokémon, Linoone de Galar parece completamente ajeno a la impresionante puesta de sol que le abraza. Quizá, podríamos decir que el Pokémon Lanzado está totalmente embelesado con ese firmamento de ensueño.

Todo sobre la arquitectura

Aunque no existen reglas sobre cómo se configura una carta de JCC Pokémon, la mayoría de los artistas tienden a representar a los Pokémon rodeados de naturaleza. Normalmente, se les puede contemplar nadando en el mar, paseando por el campo o encaramados a un árbol. En definitiva, no parece que tengan una vida muy urbanita en las cartas. Por este motivo, merece la pena remarcar cuando algún elemento arquitectónico de interés se cuela en escena. En Lucario V, AKIRA EGAWA es tan detallista, que lleva algo de tiempo percatarse del fondo de la carta. Pero, una vez que te fijas, este hipnótico paisaje urbano imprime al combate una sensación completamente nueva. Una pelea Pokémon nocturna en la ciudad aporta una atmósfera más vibrante que una escena diurna o en medio de la naturaleza. La ilustración de Liepard, de Hasuno, evoca lo mejor de ambos mundos. Acechando en el Área Silvestre, Liepard aparece enmarcado por lo que parece ser el icónico puente que conecta Ciudad Pistón con la Mina de Galar n.º 2. La escena consigue recordar con ingenio uno de los lugares más populares para capturar Pokémon de la región de Galar, a la vez que crea un marco visualmente interesante para los Pokémon de tipo Oscuro. Y, aunque no sorprende encontrarse a Trubbish en lo alto de una montaña de basura, el pincel de nagimiso consigue recrear la suciedad de un vertedero, a poca distancia de un panorama urbano, dejando solo unos árboles de separación entre el Pokémon, la ciudad y un hermoso cielo en tono pastel. Y, de alguna manera, a pesar de todos esos detalles, Trubbish consigue retener el centro de atención, plenamente feliz por poder estar junto a tanta porquería. La expresión de satisfacción de este Pokémon contrasta magistralmente con la escena de la carta, que provoca un resultado algo cómico, que pocos esperarían de una carta de JCC Pokémon.

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